
París, Montmartre 1933.
Basta. Una hora más y podría hundirme en los brazos de Morfeo.
París, Montmartre 1933.
Basta. Una hora más y podría hundirme en los brazos de Morfeo.
… Todos los autores participantes están publicados en esta revista en la que cada número corresponde a la fecha de un Tapañol con la indicación del tema que los relatos ilustran. La revista se puede consultar basándose en los números decrecientes o en los autores con la posibilitad de consultar también su biografía (¿NOMBRE?) desde los menús. …
Leer MásJuan no sabía qué hacer, se sentía inútil. Paradójicamente, el sufrimiento también estaba en la espera. Medía el intervalo entre las contracciones. María tenía que sufrirlas. Tenía mucho miedo, no le gustaba el dolor, el doctor le prometió que la sedaría tan pronto como fuera posible durante el parto.
Leer MásEl bar se llamaba “Wild West”, salvaje oeste. Era muy sucio, las mesas estaban cubiertas de quemaduras de cigarrillo, el bar también. Era muy largo, como en las películas de vaqueros, todo era de madera y para completar el ambiente western había colgados en la pared cráneos de Búfalo, trofeos con cuernos largos. Era oscuro a más no poder y un olor persistente de cerveza y nicotina clasificaba definitivamente el local.
Leer MásEl agua oscura del canal brillaba como un diamante negro, el paquete oblongo y cuidadosamente atado pasó suavemente por la borda y sin el menor ruido fue como tragado por un monstruo lagunar. La góndola se alejó rápidamente y desapareció en el laberinto de los pequeños canales.
Leer MásWally parecía muerta, tendida sobre la superficie áspera, color de papel de embalaje que Egon utilizaba generalmente para sus retratos. Esta vez no estaba desnuda, nada que sea agresivo en esa blusa elegante con un fular naranja y unos pendientes marrones claros. Ella estaba tendida, con una mueca que podría ser una sonrisa, sus labios aún pintados se sintonizaban con el rojo de su prenda.
Leer MásNuestro Buick era de un rojo intenso, casi burdeos, que relucía al sol. Cada año lo preparábamos como a un novio, lavándolo a mano, por dentro y por fuera, los neumáticos, los adornos, todo resplandecía como nuevo. Las mujeres organizaban las maletas, los hombres estudiaban el recorrido. Como cada año, nos íbamos de vacaciones, un lujo que en los Estados Unidos no todos podían permitirse.
La salida se convertía en una ceremonia oficial; cargábamos meticulosamente el coche que estaba aparcado en el callejón que conducía al garaje. Sabíamos que nos observaba el vecindario. A continuación, con la casa cuidadosamente cerrada, partíamos lentamente como para un desfile y dejábamos, como si fuera a nuestro pesar, el barrio residencial donde vivíamos todo el año..
El tren la mece con el movimiento imperceptible de los vagones sobre los raíles. El ruido que hacen las ruedas pasando de un rail a otro, marca el compás de la música que emana desde la locomotora al penetrar a gran velocidad el aire impasible del campo. De vez en cuando se oye el silbido estridente que suena antes de pasar por las estaciones desiertas. Un olor dulce e indefinido flota en el aire confinado del coche.
Leer MásCuando tenía catorce años no había todavía, en los colegios, clases mixtas. Tuve la suerte de asistir a una de las primeras.
Un lunes, en la clase de matemáticas, el profesor pidió que nos pusiéramos de pie, entró solemnemente el director e hizo este sucinto discurso:
—Muchachos, nuestro colegio, el Saint Louis, siempre a la vanguardia, es el primer instituto de Bruselas en el que vamos a experimentar las clases mixtas. Las muchachas del liceo Saint Catherine van a participar con vosotros en nuestras clases. Espero de vosotros que las acojáis con disciplina y simpatía.
¡Entrad chicas!
Una palabra mágica, sin duda. Ella me recuerda los temores de mi infancia, escenifica el decorado mágico de mis primeras lecturas, despierta las fábulas que pueblan mi memoria.
Leer MásEsa mañana cuando me miré al espejo vi a una mujer muy guapa que me sonreía. ¿Era yo? No podía creer lo que estaba viendo, me palpé y descubrí un cuerpo con formas femeninas evidentes. Un cuerpo sensual y provocador que me gustaba brutalmente.
Leer MásBlanca, la luz suave filtrada por las cortinas de algodón.
Blanca, la cama bien ordenada sobre la que yacía la joven muerta en su rígida belleza.
Blanca la túnica larga de lino que cubría un cuerpo cuya feminidad aún deseable se percibía en transparencia.
Cuando me despierto, hay una melena negra a mi lado. No puede ser mi esposa, a menos que sea una peluca.
Y lo es. Se me queda en las manos cuando quiero asegurarme. El hombre que la lleva se levanta de repente, recupera el peluquín y se disculpa. Está en calzoncillos, demasiado grande para su delgadez blanquecina y peluda.
Observa por un momento la puerta pesada y masiva que parece desafiarla. Entonces, precipitadamente, hurga en su bolsa, saca el sobre que había preparado, lo desliza en un bolsillo del abrigo largo hasta los tobillos y luego baja un pasamontañas negro que la deja irreconocible pero también casi ciega. Entonces llama a la puerta. Esta se abre:
Leer MásSu madre la había llamado Fedra.
—¿Por qué? —me preguntarán ustedes.
Podría contestarles que fue pasión por la tragedia griega, pero la verdad es que no lo sé.
Cuando la chica se convirtió en adolescente descubrió, no sin miedo, todo el peso de este nombre. Decidió que nadie controlaría su destino. Casarse, vivir una historia de amor, en el siglo XXI, era algo antiguado. Tendría los amantes que elegiría, guapos, quizás ricos, y ella se dedicaría a una carrera que veía prometedora. Trabajaba en el campo de la moda.
Se llamaba Venus, un nombre significativo pero que se encuentra raramente. Tenía una cita con ella en un bar del centro de Milán. No la conocía, habíamos quedado por Facebook. Somos “amigos”, ella había insistido porque normalmente no me gusta aceptar las peticiones de amistad de personas que no conozco. No me interesa chatear a través de las redes sociales ni con mis verdaderos amigos.
Leer MásComo cada vez, algo rompe el silencio: alguien que tosa, un grito fuerte y aislado: «bravo», o un triste y moderno aplauso con gritos agudos obligados.
Leer MásEsa mañana decidí ir a dar una vuelta por el campo de batalla. Vivía a pocos kilómetros de él. Tomé mi bicicleta y por pequeños caminos, incluso algunos apenas esbozados a través de los campos, me encontré en poco tiempo cerca de la granja de la Belle Alliance contemplando la “morne plaine“ (lúgubre planicie) como la llama Victor Hugo.
Leer MásPompón rojo, todos en la escuela le daban este apodo. Llevaba vaqueros azules índigo, un color que me inspira últimamente, un jersey rosa viejo, y zapatos deportivos blancos con una fina linea roja como el pompón. Chico o chica no importa, si lo hubiera llamado Caperucita ya estaría tachado de sexista.
Estaba atravesando el bosco para ir a visitar a sus abuelos y llevarles una torta. Su mama había preparado la pasta y su padre el relleno, o inversamente, lo que sea.
Caminaba silbando con alegría, cuando surgiendo del horizonte apareció un rumor ensordecedor y negro, era una poderosa moto montada por un personaje vestido enteramente de piel y con casco integral. Un inscripción en cima de la visera oscura amenazaba: «Los lobos». No se entendía si era un varón o una hembra, pero no es importante, o más bien lo es..
TOPLESS E POLPETTE/p>
Empieza a hacer frío. Estamos a principios de diciembre. Pero el sol todavía brilla en Toscana. Y el mar cercano suaviza las temperaturas. Los colores son un poco más matizados, como si la acuarela hubiera sustituido la pintura al óleo para describir el paisaje. Las aves migratorias, que se dirigen hacia el sur, pueden observarse siguiendo los misteriosos caminos que las llevarán al refugio de los grandes fríos del invierno que amenaza.
María, Carmen y yo ocupamos nuestra cabaña en el campamento naturista que frecuentamos regularmente.
EL RAPTO
—El comandante comunica que aterrizaremos en Abu Dhabi, aeropuerto internacional, en aproximadamente 20 minutos…
Leer MásUn hombre todavía joven, el pelo corto, una barba de pocos días, y, sin duda, con capacidad aún de atraer, mira detenidamente el campo floral que se extiende a su alrededor; son flores blancas de pantano que se esparcen con el viento. De fondo, el ruido sordo del agua interrumpido por los trinos agudos de pájaros insistentes.
Leer MásLos coches invadieron mi vida.
No me gustaban particularmente, pero acababa de casarme y mi padre decretó que necesitaba saber conducir. Me mandó a la escuela, ellos me preguntaron por el modelo de coche que iba a manejar así que mi padre me legó el que se convierto en mí primero coche: un Ford Taunus, tres velocidades al volante. ¿Qué color? no me recuerdo bien, creo oscuro, mi mujer dice negro. Bueno, no importe, lo importante es que con el hicimos nuestro primer viaje, en pareja, solos, solitos, a la conquista de Londres. Lo hicimos de noche, tomamos un “café-crème” en Calais con cruasanes calientes que hoy todavía recordamos. Atravesamos La Mancha y cambiamos de mundo: los británicos son mono-lengua ingles, conducen a la izquierda, entre libras chelines y peniques no reina el sistema decimal, como en las medidas por otra parte, y eso no se acaba aquí…
El sol pálido de la primera mañana proyecta sobre la pared de la casa la silueta en acordeón de la escalera de hierro que sube en el patio. El perro invisible ladra obstinadamente. Una mujer india, una criada, rigurosamente vestida de negro, con el delantal blanco y los mocasines casi masculinos, friega enérgicamente con una escoba el pavimento mojado y brillante de la entrada transitable y cubierta. El damero reluciente está ensuciado por los heces del perro del día precedente. Un chorro de polvo detergente y un cubo de agua, el día y la película pueden empezar…
Leer MásImposible dormir. A las dos, cogemos el coche y nos vamos en la profundidad de la noche. Dirección Londres. No será la última vez que reaccionemos así al miedo de la salida. Nos acabábamos de casar, otra locura. En 1965, era la mejor manera de escapar de la tutela de los padres. Teníamos 21 años, estábamos enamorados.
Leer MásEL PRINCIPE
La celosía de hierro forjado mantiene mi cuarto sumido en una luz tamizada y dulce. Veo el mar a lo lejos, más allá del jardín tropical que rodea la villa. Hace mucho calor, pero un calor seco y un ligero viento cargado del olor salado del mar entra por la ventana abierta y se propaga hacia otras aberturas diseminadas en toda la casa. Se percibe también el rumor del agua de las fuentes que riegan el jardín y refrescan el ambiente. Un paraíso si no fuera una cárcel o más bien una especie de harem.
Leer MásDAN
Irene me mira atentamente a través de las gafas que ocupan una buena parte de su cara, pero no son invasivas, dos frágiles círculos de hierro rodean los vidrios. Con la mancha roja de sus pequeños y pulposos labios, su pelo vaporoso recogido hacia arriba y su tez lechosa, es como una geisha moderna.
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Hoy hemos llegado a Madrid.
Un hotel espectacular.
Un sol primaveral
El aire, el ambiente …
¿qué más se puede pedir?
Se trata del hotel Vincci-Capitol que es formidable: estilo años 30, bodas flotantes, la Gran vía … y Callao (desayuno en La Central o en le “Pain Quotidien”).
Hemos comido con Susana en Entrevinos, estupendo.
Leer MásLA PAREJA
Estoy sentado en un rincón del bar. Observo el escenario, mis ojos miran a las camareras con sus chalecos anchos abiertos que se mueven rápidamente entre las mesas ocupadas.
Leer MásQue presentará la escritora Valeria Correa Fiz el próximo 17 de mayo a las 20:00 horas en Libreria Burma (calle Avemaría, 18)
Leer MásSe cumplen 200 años del nacimiento de la criatura de Mary Shelley, de una criatura, como ella misma dijo, no creada del vacío sino del caos. En Frankenstein resuturado, un proyecto magníficamente editado por la editorial Alrevés y dirigido por Fernando Marías, se homenajea a un personaje que cambió la literatura y que se convirtió en un referente tanto de la novela romántica inglesa como de la novela de terror.
Leer MásTras la huellas de Sherezade es un libro precioso, un libro literalmente maravilloso que nos transporta al mundo caluroso, ruidoso y oloroso de la civilización árabe, la de Las mil y una noches, de Naguib Mahfouzo de Amín Maalouf. Un mundo que retrata con gran competencia y habilidad literaria Carmen Dorado Vedia.
Leer MásQue presentará la escritora Valeria Correa Fiz el próximo 17 de mayo a las 20:00 horas en Libreria Burma (calle Avemaría, 18)
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