TOPLESS E POLPETTE/p>
Empieza a hacer frío. Estamos a principios de diciembre. Pero el sol todavía brilla en Toscana. Y el mar cercano suaviza las temperaturas. Los colores son un poco más matizados, como si la acuarela hubiera sustituido la pintura al óleo para describir el paisaje. Las aves migratorias, que se dirigen hacia el sur, pueden observarse siguiendo los misteriosos caminos que las llevarán al refugio de los grandes fríos del invierno que amenaza.
María, Carmen y yo ocupamos nuestra cabaña en el campamento naturista que frecuentamos regularmente.