
Cuenta la leyenda que en el siglo XIII el inmortal taoísta Chang Sanfeng, alumno del monasterio de Shaolin y más tarde maestro de artes marciales del monte Wudang, asistiendo al combate entre una serpiente y una grulla blanca descubrió los principios básicos del Tai Chi Chuan: los movimientos circulares y la flexibilidad -de la serpiente- vencen sobre la rigidez y la aparente fuerza exterior -de la grulla-.
El Tai Chi Chuan (combate de la polaridad suprema, donde la polaridad está formada por los opuestos Yin/Yang) es lo que se llama un arte marcial interno pues potencia la energía vital (Qi) a través de movimientos fluidos, circulares que mantienen el cuerpo suave y flexible en detrimento de la rigidez provocada por la fuerza y el estrés muscular.
El Tai Chi es llamado también “meditación en movimiento.” Practicarlo significa trabajar sobre el cuerpo y la mente: aprender a dirigir la atención, a seguir el ritmo de la respiración, a afilar la concentración, la intención de cada gesto, a serenar el torbellino mental permitiendo estar a la escucha del presente, ser y sentir aquí y ahora. Y es también un entrenamiento intelectual ya que la concentración y la memorización de los movimientos ofrece al sistema neuronal una actividad constante y productiva. Es seguramente una práctica que en el tiempo ayuda a afrontar la cotidianidad con mente más clara. Arte que puede ser practicada a cualquier edad por todas las personas.
No por nada el trabajo con el Qi o energía vital es, desde hace milenios, el fundamento de la medicina tradicional china. Y hoy en día, luego de su difusión en Occidente a partir del siglo XIX, es reconocida por la OMS como una disciplina psicofísica con amplios beneficios terapéuticos.
El Tai Chi se basa en el principio taoísta del Yin/Yang, opuestos que funcionan como complementarios en la formación del universo. La dualidad complementaria (femenino/masculino, tierra/cielo, oscuridad/luz, frío/calor, etc) y la mutación continua son los fundamentos de todo ciclo vital. Del fluir armonioso de estas manifestaciones energéticas depende el buen funcionamiento de nuestro organismo en su unidad física y mental.
El último sábado de abril se festeja anualmente en más de 60 naciones y centenares de ciudades el día internacional del Tai Chi Chuan y del Qi Qong.
El evento inicia a las 10 de la mañana en Nueva Zelandia y se extiende, como la luz solar hacia occidente, siguiendo los husos horarios locales. Es una manifestación abierta a todo el mundo, para difundir esta arte llamada también “de la larga vida”.
En Milán es habitual que las distintas escuelas festejen en los parques ciudadanos.
La nuestra se reúne
el próximo sábado 28 de abril a las 10 hrs. en el Parque Lambro (entrada de Via Feltre) en las proximidades del kiosco/bar, al interior del parque.
Quien quiera venir para practicar con nosotros, para acercarse por primera vez a esta disciplina o simplemente para curiosear y pasar una momento agradable al aire libre, es desde ya bienvenido.
Más información en en italiano: http://www.artedilungavita.it