La música es la única entre todas las artes que colaboró con el exterminio de los judíos organizado por los alemanes entre 1933 y 1945. Como escribió Pascal Quignard en su ensayo Odio a la música, hay que escuchar esto temblando: los cuerpos desnudos entraban a la cámara de gas en medio de la música.
La marcha fúnebre de Alphonse Allais

