Mi centro de arte preferido en Milán. Me gusta porque tienen una programación de exposiciones muy interesante, porque se puede aparcar, porque está aislado, porque tiene espacios al aire libre para tumbarte o para sentarte a leer, porque es gratuíto, porque tienes actividades paralelas a las exposiciones, porque organizan visitas guíadas a sus exposiciones, porque tienen talleres para niños, porque tienen un bar muy agradable que funciona con el mismo horario del museo.
Porque es un lugar que puedes visitar continuamente.
En lo que fue un ex hangar del grupo Pirelli, se situa este centro donde podemos visitar dos exposiciones permanentes: «Efêmero» (me encanta este mural gigante de los artistas brasileños «Osgemeos», super pop y divertido el chico agarrado al último vagón de un tren, homenaje al pasado del hangar donde se construían trenes. Es tan grande que los artistas tuvieron que proyectar la imagen para pintarla) o «Los siete palacios celeste» del artista alemán Anselm Kiefer (7 torres gigantes..me emociono cada vez que las veo. Es como entrar en otro mundo, un mundo postbélico. Mira los cuadros gigantes de las paredes, algunos son bidimensionales).
En este momento la exposición temporal se titula «A dream machine is asleep» de Eva Kot’àtková su obra es un mezcla de esculturas, instalaciones, collages y perfomances sobre el sueño. Puedes escribir tu cuento sobre un sueño, lo grabas y subes a una cama gigante donde escuchas todos los cuentos que se han grabado.
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