Gerard Mortier, en 2008, tras aceptar la dirección artística del Teatro Real. / BERNARDO PÉREZ
Gerard Mortier, tras terminar su doctorado en Derecho y realizar un máster en Ciencias de la Comunicación, decidió dedicarse en cuerpo y alma a la ópera, haciendo, en palabras suyas, del teatro “una misión, casi un sacerdocio de la religión de lo humano”. Su profesión fue la gran pasión de su vida.
En casi cuatro décadas renovó el concepto de la ópera contemporánea. …(+)