Soy afortunado en haber nacido en un país tan bello y único como México, soy afortunado de poder decir orgulloso que soy mexicano, pues soy tan oaxaqueño como el oaxaqueño, tan michoacano como el michoacano, tan tamaulipeco como el tamaulipeco, tan tijuanense como el tijuanense, porque piso la misma tierra y respiro el mismo aire, porque el Ángel de la Independencia es tan mío como lo es del capitalino, porque ser mexicano no se limita a un territorio, religión, partido político o ideología, ser mexicano es una decisión propia y no de un papel, pues es tan mexicano aquel que llega de muy lejos y abraza la bandera como la suya que el que nace con la águila y el serpiente en la cuna. (Diego Huerta)
Conocí las fotografías de Diego Huerta hace unos meses cuando preparaba el artículo sobre el Día de Muertos en México y la Piñata mexicana. Desde aquel momento siguo fielmente sus viajes por el territorio mexicano y admiro su gran trabajo fotográfico. Sus fotos son verdaderas, puras, reflejan la realidad y te hacen soñar. Se nota que las trata con gran cariño y trabajo. Diego es un fotógrafo intuitivo e inteligente con un profundo amor y conocimiento ancestral de la tierra mexicana. Como él mismo dice »[s]er fotógrafo no sólo es ser espectador, ser fotógrafo es adherirte a los entornos, a las realidades de cada espacio, ser fotógrafo es conocer la historia de cada rostro y ser parte de ellas’’.
En su página web y en facebook, Diego publica los títulos, pensamientos y reflexiones debajo de sus fotos. Son unos pensamientos muy íntimos, profundos y llenos de pasión por su trabajo, su país y su gente.
A una semana de haber comenzado el viaje por varios Estados de la República, puedo decir que sea donde sea, México es grande y noble, no importa si es en la ranchería más solitaria y seca o en la ciudad mas poblada del mundo, México es único, México es mágico, México es mío.
Hay fotografías que aparecen frente a ti y las capturas, hay otras que las planeas, pero hay un tipo muy especial que me pasa de vez en cuando, la fotografía que sueño, la que sé que está ahí afuera y tengo que ir por ella, no es fácil lograrla, pues sabes que existe en algun lado pero no sabes donde ni cuando sucederá, y te pasa una y otra vez por la cabeza, y piensas y piensas y no te puedes quitar la imágen, y sabes que tienes que pagar un precio, un precio alto, cansancio, hambre, sudor, largas horas de camino, pocas horas de descanso, dejarlo todo para encontrar todo, renunciar a todo, renunciar a ti para convertirte en una mejor visión de ser humano, y duele, el proceso duele, agota, mata…y sana, revitaliza y te hace vivir como nunca has vivido.
Me gustaría mostraros algunas sus fotos de Oaxaca, una de las regiones mexicanas, ubicada al sur del país, en el extremo sureste del istmo de Tehuantepec. En la actualidad en este territorio existen quince pueblos indígenas con sus culturas propias.
Los aficionados a la fotografía que se encuentran en Oaxaca tienen la oportunidad de asistir al taller de fotografía desde el 28 hasta el 30 de marzo. Si deseáis más información, poneos en contacto con Diego Huerta.
Ilona Cieniuch